jueves, 28 de agosto de 2014

La soledad, mi dueña


Por esos rincones en lo profundo de la melancolía
En el constante divague, presente esta la ausencia

Soledad, triste soledad
Reina del mundo, dueña siempre fue de tantos
Se embriago con el alma de muchos y se acostó con sus mentes
Pidió un rato, pero es una eternidad

Se burló de la esperanza, se reía en presencia de las demás virtudes
Pidió ayuda y caí en su trampa mortal, me hizo su mejor esclavo

Ahora grito y nadie oye
Mis cadenas no me dejan mirar por la ventana de esta cárcel
Las murallas de este calabozo son muy altas

Mientras tanto, vos (soledad) acabas con mi dignidad junto a la miseria
Se pelean por mi cuerpo, rifan mi mente, tienen mi vida en sus manos
Solo pido un segundo, algún ser que se apiade de esta alma atormentada
Que se lleve este conjunto de huesos y carne

Le puse precio a mi alma, aún así nadie quiso comprar
soy un vagabundo que nada tiene en el mundo.
Dame una limosna, quiero un plato de comida
en lo posible un lugar en tu corazón. 

Alguien que me libere de este pesar,
sea mi amigo para poder escapar de esta soledad





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