Las praderas, bosques y selvas son mi cuerpo.
El sol y la luna son
mis ojos,
Las estrellas son mi cabello.
Mis venas son los ríos y el agua mi sangre
Las montañas mi columna,
El mar es mi alma, el cielo mi espíritu.
El viento forma mi suspiro,
La brisa es mi aliento,
Las tormentas y tempestades son mi ira, la cólera.
La lluvia son mis lágrimas.
Los animales que me habitan son mis hijos,
Todos los seres que habitan el planeta los considero mi
familia.
La tierra es una gran madre que provee alimento, vida,
felicidad, aire y vitalidad.
Y nosotros jugamos a ser un niño caprichoso y a veces
dañino.
Pero ella siempre nos cobija, nos da su ser.
Pocas veces lo agradecemos.
En este día te venero,
A partir de ahora te daré mi ofrenda,
Orare por tu infinita generosidad.